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Declaración de HFA y #039 al BPAC de la FDA y #039 sobre la política de donación de sangre

El ex presidente de la junta de la HFA, Paul Brayshaw, hizo recientemente una declaración en nombre de nuestra organización ante el Comité Asesor de Productos Sanguíneos (BPAC) de la Administración de Alimentos y Medicamentos sobre un cambio propuesto a la política sobre donaciones de sangre de hombres que tienen contacto sexual con hombres. En esta declaración, el Sr. Brayshaw afirmó que, si bien no apoyamos “procesos inherentemente discriminatorios”, la FDA debe implementar al mismo tiempo un estricto programa de vigilancia de hemovigilancia para mantener la seguridad del suministro de sangre. Para conocer la declaración completa del Sr. Brayshaw, siga leyendo.

Mi nombre es Paul Brayshaw y hablo aquí en nombre de la Federación Estadounidense de Hemofilia, como ex presidente de la junta. HFA es una organización sin fines de lucro que ayuda y defiende a las personas con trastornos hemorrágicos. Me gustaría agradecer al comité por la oportunidad de brindar la perspectiva del paciente sobre la revisión propuesta de la política de aplazamiento de donantes de HSH.
Como usuarios finales de productos sanguíneos y terapias con proteínas plasmáticas, es vital para la salud de quienes padecen trastornos hemorrágicos que todas las políticas relativas al suministro de sangre tengan en cuenta ante todo los problemas de los pacientes. Dicho esto, la HFA no apoya políticas inherentemente discriminatorias y considera que existe una oportunidad de revisar la política de aplazamiento actual siempre que también se implemente un programa de hemovigilancia sólido e integral.
Las personas con hemofilia experimentaron de primera mano los efectos devastadores de un suministro de sangre contaminada y muchos siguen desconfiando de la capacidad de quienes están encargados de protegerlos para hacerlo adecuadamente. Junto con nuestros socios de la coalición APLUS, nos gustaría enfatizar la importancia crítica de un programa sólido de hemovigilancia como componente de cualquier cambio de política. Sin este sistema, será imposible rastrear y contrarrestar las amenazas infecciosas conocidas y emergentes al suministro de sangre, ya sea que surjan de un cambio en la política sobre HSH o que ocurran de manera más amplia.
En diciembre de 2013, y nuevamente en noviembre de este año, la ACBTSA recomendó el establecimiento de un Programa de Monitoreo de Infecciones Transmitidas por Transfusión (ITT). Apoyamos plenamente esta recomendación.
Los beneficios de un TTI incluyen, entre otros:

  1. El seguimiento de los criterios de aplazamiento modificados o nuevos
  2. El seguimiento del impacto de los cambios en el Cuestionario de Historia del Donante
  3. El seguimiento del impacto de las nuevas estrategias de cribado
  4. La comparación de las tasas de los marcadores TTI y los factores de riesgo, así como la implementación previa y posterior a los cambios de política.
  5. Una base científica para la consideración de cualquier revisión futura.

En conclusión, instamos al HHS a financiar completamente un programa sólido de monitoreo de TTI para garantizar que las ramificaciones de todos los cambios de políticas presentes y futuros sean rastreadas y basadas en evidencia científica sólida. Y si bien apoyamos una revisión de la actual política de aplazamiento para los donantes HSH, creemos que se debe implementar un programa integral de hemovigilancia al mismo tiempo que dicho cambio.

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