Búsqueda

Cómo vivir bien con dolor crónico: pasos que puede seguir hoy

De la Fundación Estadounidense del Dolor:
Por Rebecca Rengo-Kocher, MA, MSW, LCSW, ACSW
Es fácil sentirse abrumado cuando se vive con dolor crónico. La vida cotidiana puede ser una lucha, aparentemente imposible de superar. Te esfuerzas con cada gramo de energía hasta llegar a tu alma y sientes como si no hubiera nada allí. Actividades simples que otros dan por sentado pueden ser una tarea laboriosa, como sentarse a mirar el partido de liga infantil de un hijo o un nieto, ir de compras o tratar de concentrarse durante una reunión.
Es especialmente frustrante cuando familiares, amigos e incluso proveedores de atención médica le dicen que debería sentirse mejor, que no se está esforzando lo suficiente, que es adicto a los analgésicos o que simplemente se queja. Agotado, deprimido y dolorido, sólo quieres sentirte mejor.
Para recuperar el control de su vida, mantenga la esperanza.Sigue avanzando. La vida se puede disfrutar y vivir bien, así que comience con estos pasos básicos.
Eres tu primera prioridad.Mucha gente “se siente culpable” al hacer esto, pero es egoísta no hacerlo. Cuanto mejor te sientas, mejor podrás estar con quienes te rodean. Entonces pregúntate, ¿qué me hace sentir mejor, más feliz y más contento con mi vida? Luego, asegúrese de programar tiempo para lo que necesita todos los días. El tiempo de tranquilidad es imprescindible, ya sea mediante la meditación, la oración, un paseo o la lectura. A veces parece que todo lo deseable está fuera de nuestro alcance. Piense en actividades que podría realizar, incluso en sus peores días. ¿Es un baño de burbujas, mirar revistas, recibir un masaje? Ocúpate también de tus necesidades emocionales. Valídate y rodéate de personas positivas y que te apoyen tanto como sea posible.
Acepta dónde estás ahora y cualquier sentimiento que puedas tener.No luches contra tu situación ni contra tus sentimientos. Esto sólo obstaculizará su recuperación. Aceptar las cosas como son puede traer una sensación de paz. Identifica dónde estás en este momento y cómo se siente. Así como alguien que está a dieta necesita saber su punto de partida, es importante prestar atención a su punto de partida todos los días.
Establezca objetivos alcanzables y realistas.Concéntrate en lo que puedes hacer ahora y celebra cada pequeño logro.
¡Ir a tu ritmo!Resista la tentación de exagerar en un buen día. Eso puede iniciar un ciclo de dolor descendente. Si toma su ritmo, aumentará gradualmente sus días buenos y comenzará a sentirse “más normal”. Comenzarás a desarrollar estabilidad.
No minimices tus logros.Siéntete orgulloso de todo lo que puedas hacer y no te compares con nadie más. Muchas veces, simplemente pasar el día es un gran logro. Date una palmadita en la espalda. Anímate y felicítate como lo harías con tu mejor amigo.
Utilice un diálogo interno positivo con frecuencia a lo largo del día.¿Te estás criticando mentalmente? Reemplace estos pensamientos con aliento y amabilidad. Dígase a sí mismo qué buen trabajo está haciendo. No te reprimas. Su bienestar emocional y estado de ánimo tienen un profundo impacto en su energía y dolor. Levántate.
Piensa en lo que es realmente importante.Concéntrate en lo que te hace sentir mejor. Si estás involucrado en actividades o situaciones que te hacen sentir peor, trata de evitarlas. Si no puede dejar de hacerlo de inmediato, trate de limitar su participación y haga un plan para dejar de hacerlo. Eres tu mejor defensor.
Estar empoderado.Esta es tu vida. Hable con sus proveedores de atención médica sobre sus objetivos. Escriba preguntas y obtenga información. Mantenga un archivo sobre usted mismo. Pida ayuda a otros cuando sea necesario. Únase a organizaciones para abogar ante otros. Enfrenta tus miedos. Mantente abierto a todas las posibilidades, pero confía en tu propio criterio. Haz lo que creas que es mejor para ti.
Lo más importante es que te ames a ti mismo para ayudar a sanar. Decide lo que es correcto y bueno para ti. Reponer antes de dar. Asuma la responsabilidad de satisfacer sus propias necesidades, emocional, física y espiritualmente. No se sienta culpable por necesitar ayuda para levantar cajas pesadas, caminar más lento o tomarse tiempo para hacer yoga, masajes o estiramientos suaves. Lo que puede parecer un mimo puede ser lo que se necesita para sentirse mejor. Si los demás no entienden, ese es su problema, no el tuyo.
Simplemente implementar uno o dos de estos pasos de manera constante puede tener un efecto profundo y positivo en la disminución del dolor y el aumento de la energía.
Cree que tu salud y tu vida pueden ser mejores. No sucede de la noche a la mañana, pero si se cuida bien y practica estos pasos positivos, marcará la diferencia. Tu dolor es real. Cómo vives con tu dolor es algo sobre lo que tienes control. Empieza pequeño. No te preocupes por tu progreso o velocidad, simplemente sigue avanzando en la dirección correcta. Una vida con dolor crónico puede ser una vida que se disfruta y se vive bien. Comienza con un paso y no estás solo.
Rebecca Rengo-Kocher, MA, MSW, LCSW, ACSW, es entrenadora, psicoterapeuta, oradora y educadora. Rebecca ha vivido con dolor crónico durante más de 30 años. Fue presidenta de la Iniciativa contra el Dolor de Missouri y autora de "Más allá del dolor crónico: una guía de recuperación para calmar el cuerpo, la mente y el espíritu". Se desempeñó como líder de la Red de Acción Power Over Pain para Missouri.
Este artículo fue publicado originalmente en APF. Noticias de la comunidad del dolorVerano de 2007, volumen 7, número 3.
 
 

es_PREspañol de Puerto Rico