Infundir amor: ¿hacia la luz o la sombra?

Cuando estás en medio de lo que parece una hemorragia interminable, funcionas en el momento, con la esperanza de que las cosas mejoren pronto. Vivir con una condición crónica ha ayudado a mi familia a aprender a ver las cosas de manera positiva, y me gusta pensar que me ha ayudado a convertirme en alguien que ve el vaso medio lleno, donde vive la esperanza y la vida es mejor.
En el mundo de los trastornos hemorrágicos, es fácil quedar atrapado en la oscuridad. Pesimismo, inhibidores, compañías de seguros... es un lugar oscuro y repugnante. Es casi como una nube oscura que permanece sobre nosotros a pesar de que brilla el sol.
Hace varios años, estaba caminando por el campus de la Universidad de Denver con Caeleb, que tenía dos años en ese momento. Sus manitas tocaban todo. El día fresco de otoño le daba vida a todo, especialmente a las hojas crujientes. la imaginación estaba a toda marcha mientras explorábamos un nuevo lugar. Necesitaba un descanso y estaba buscando un lugar para descansar cuando nos encontramos con una hermosa capilla. Estaba en silencio con el olor a incienso que persistía en el aire y las ventanas estaban hechas de vidrieras. Fue absolutamente hermoso. Capturé este momento mientras mi Caeleb estaba examinando la marca en la alfombra (probablemente de una aspiradora).
Cuando miro esta imagen tantos años después, veo algo que es absolutamente poético. El viaje de mi hijo con hemofilia e inhibidores ha sido extremadamente difícil y siempre supe que los momentos difíciles algún día tendrían un significado. En esta foto, Veo a mi hijo mirando hacia la luz con su sombra detrás de él. Él no la ve, pero yo sí.
Me alegro de que no haya visto su sombra ese día. Las sombras pueden ser aterradoras y abrumadoras, pero cuando avanzas un paso a la vez hacia una sombra, se vuelve más grande, al igual que tus posibilidades. Son infinitas.
Para mi Caeleb, cuando miro esta foto hoy, veo sus infinitas posibilidades:

• Veo un futuro para él lleno de esperanza.

• Veo un futuro para él que es más grande que su imaginación.

• Veo su futuro, no definido por la hemofilia, sino por su fuerza y coraje.

No tengo ni idea de lo que le espera a mi guerrero, pero lo que sí sé es que es la persona más fuerte y resistente que he conocido.
Me siento honrada de ser su mamá.
Cazandra vive con su esposo, Joe, y su hijo de 19 años, Julian, y su hijo de 9 años, Caeleb, en Nuevo México.

*Nota: "Infusing Love: A Mom's View" es una colección de blogs de opiniones personales y una representación de las experiencias individuales. Si bien se realizan grandes esfuerzos para garantizar la precisión del contenido, las entradas del blog no representan a HFA ni a su Junta Directiva. El blog tampoco pretende ser interpretado como consejo médico o la opinión/posición oficial de HFA, su personal o su Junta Directiva. Se recomienda encarecidamente a los lectores que analicen su propio tratamiento médico con sus proveedores de atención médica.